Retiro de yoga, sonido y silencio

Descubre tu silencio interior

En tiempos revueltos, pasos pequeños y firmes en tu camino.

Información sobre el retiro de yoga, sonido y silencio que facilitaré próximamente, del 10 al 12 de julio de 2020. Un espacio y tiempo de desconexión, descanso y sobre todo mucho yoga. Para que este confinamiento no nos puede evocar a dejar de disfrutar, planificar, crear. A continuación tenéis toda la información.

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Buenas vacaciones!

Nos vemos a la vuelta con más y mejor práctica y con algunas novedades en cuanto a horarios, clases y espacios. La verdad es que este final de temporada (mis temporadas van cada vez más de septiembre a julio) está movidito y interesante. Abriré nuevos grupos, estoy trabajando en un proyecto cooperativista que os va a encantar y me podréis encontrar con nuevas clases.

Para los amantes de la respiración consciente, ya os adelanto que a partir de septiembre abrimos un grupo de pranayama todos los sábados de 8:00 a 9:00 de la mañana en Sincronía Yoga. Una buena oportunidad para cerrar la semana laboral con una práctica que nos lleva hacia adentro, nos activa y nos centra a la vez.

  • HORARIO: Sábados de 8:00 a 9:00
  • LUGAR: Sincronía Yoga. Carrer Pere Serafí 7-9, Barcelona
  • DESCRIPCIÓN: Las clases de pranayama están abiertas a aquellos practicantes que quieran profundizar en su práctica de yoga aprendiendo a regular la respiración y el prana o energía vital. Son clases activas a primera hora de la mañana que buscan cambiar nuestro estado mental y inducirnos al estado meditativo. Se trabajarán bhandas (cierres energéticos), mudras (gestos), técnicas preparatorias y pranayamas mayores, para poco a poco introducirnos a las retenciones y sus efectos.

Así que no dejéis de practicar yoguis! Feliz verano!

(Fotografía: Photo by Alex Block on Unsplash)

Desconecta, te lo mereces

Hoy os quiero hablar de la importancia de la desconexión ya sea durante las vacaciones o cualquier momento que tengamos durante el año. Desconexión en todos los sentidos, pero sobre todo:

  1. Desconectar de la tecnología y los aparatos electrónicos: televisor, pantallas de ordenador, tablets, teléfono móvil (con whatsapp y todas las redes sociales que frecuentamos), libros electrónicos, luz de fluorescentes y en general cualquier aparato eléctrico.
  2. Desconectar del trabajo: romper 100% durante unos días, no leer ningún correo electrónico, no planificar nuevos cursos ni nuevas clases, no hablar de trabajo con los amigos o la familia, no leer libros relacionados con el trabajo y no contestar al teléfono de el trabajo.
  3. Desconectar de la ciudad: sobre todo los coches, el asfalto, la gente caminando deprisa y el exceso de impactos visuales que genera.

Esta desconexión nos dará calidad de vida. Yo recomiendo hacerlo en soledad y silencio con grandes caminatas por la naturaleza, ya sea la playa, la montaña o el campo. Alejados de las zonas urbanas, sin tener que coger el coche en todo el día. Y disfrutando de las pequeñas cosas: un buen libro, caminar descalzos sintiendo el contacto de la tierra a los pies, el olor y los sonidos de la playa por la mañana, el canto de los pájaros, una comida casera, cosechar nuestros propios alimentos en la huerta, observar el paso del tiempo sintiendo los cambios de temperatura en el aire.

En resumen estar más presentes en todo lo que nos rodea y que nos es sencillo y cercano. Porque desconectando nos conectamos con nosotros mismos, con lo esencial. Tú no eres tus redes sociales, ni tu trabajo, ni tus relaciones; tu eres mucho más. Sólo que a veces nos olvidamos de quien somos y cómo somos.

Desconecta, te lo mereces.

Este año he tenido la suerte de disfrutar de estos días de desconexión con la profesora y amiga Susanna Garcia haciendo el Camino SantiYoga. Ha sido un camino de Santiago diferente, todo organizado y sin preocupaciones, pero sobre todo nos ha acompañado con una clase de yoga suave y preparatoria de la mañana antes de las caminatas, y todo de meditaciones y yoga nidra con su voz dulce y presente. Un auténtico placer que os recomiendo desde el corazón.

100 km de Lugo a Santiago a través del camino primitivo, mucho menos masificado en todos los sentidos. Atravesando la zona rural gallega, una delicia de paisajes, buena gente y tranquilidad absoluta. Lástima que muchos tramos, como en todos los caminos al llegar a Galicia, son asfaltados, con los desgaste que ello supone para los pies y rodillas al final del día.

Sin embargo repetiré seguro.

Ale yoguis, que acabéis de disfrutar de vuestras vacaciones y sobre todo, sobre todo, DESCONECTAD !!!!