Hoy os traigo una de las novedades editoriales de este Sant Jordi, una recopilación de cuentos cortos nacidos del confinamiento que sin más pretensión nos invitan a pensar y saborear.
La profesión de cuentacuentos se remonta a lo más lejano de las tradiciones orales. Es aquella persona que a través de sus palabras es capaz de acceder a la mente dormida para despertarla.
Cincuenta cuentos cortos para pensar te hará reflexionar sobre la vida, la muerte, las emociones. Con una narración cercana pero clara y directa, el autor busca despertar nuestra curiosidad natural, la duda, la opinión. Para no estancarnos en ideas preconcebidas y vernos a través de otros ojos.
Dicen que no existe una verdad absoluta, aunque los griegos se empeñaran en descubrirla. Es el momento de que reflexiones sobre tu verdad. Los relatos contenidos en este libro te harán transitar por paisajes, leyendas, personajes a través de los que verás tu propia vida y decisiones.
El mismo autor nos lo cuenta:
«Este libro es una recopilación de 50 cuentos.
Los empecé a escribir, para dos buenos amigos, sin ninguna intención de que fueran publicados. Los tres hemos sido compañeros de trabajo durante años. Tenemos cierto gusto por el debate, que a veces es incluso intenso. Hace ya algún tiempo, uno de nosotros empezó a enviar cuentos por email a los otros dos. Se trataba de breves relatos localizados en internet. Su puesta en común generó enseguida comentarios, opiniones …
Y el resultado fue estimulante, muy positivo.
A mí, con cierta inclinación a cuestionarlo todo, me parecía no obstante que esos cuentos daban muchas cosas por sentadas, por sabidas, quizás demasiadas. Era frecuente ver incluso una figura «que lo sabía todo», un maestro, instruyendo a un discípulo, claramente menos conocedor y que sólo podía aprender sin aportar nada. Esos cuentos me resultaban interesantes, pero también un poco … no sé cómo expresarlo … cerrados, concluyentes, poco abiertos a la duda, a otras posibilidades, a otros puntos de vista, a otros enfoques, a dejar cosas en el aire para que el lector los hiciera suyos.
Y un día pasó. Un día se me ocurrió escribir un cuento propio, como elemento alternativo de debate. Se parecía a los que anejábamos, pero buscaba transmitir la idea de que podía haber otras formas de ver, de percibir, lo que nos rodea. Elegí para ello el sentimiento de cuestionar las propias creencias ante la pérdida de un ser querido, y solo intenté darle un leve giro, una perspectiva algo distinta, a lo que considero más extendido. Se lo envié a mis dos amigos. Es el cuento número uno de este libro, bien que, como la mayoría, ha sufrido algún retoque para una mejor comprensión por parte de quienes no me conocen.
Les gustó. Llegaron los comentarios. Me animé. Escribí el número dos. Más comentarios. Opiniones. Interacciones. Luego vino el tres, el cuatro… y así hasta estos 50.»
El libro está ya a la venta y durante el mes de abril podéis aprovecharos del descuento de lanzamiento por Sant Jordi del 10%, introduciendo el código DRAC2021.