Hace unos días encontré una noticia interesante sobre un estudio publicado en la revista Journal of Neuroscience que relacionaba la respiración nasal con la consolidación de la memoria (el proceso que ocurre tras aprender algo y ser capaz de recordar lo memorizado más tarde). Se trata de un experimento, ya en humanos (antes se había probado en ratones), que pretende demostrar la relación entre nuestra capacidad de memorizar y nuestra respiración. Para ello observaron dos grupos de personas, hombre y mujeres, y pretendían observar nuestra memoria olfativa. Para ello se les presentaban olores «nuevas» y les dejaban en reposo unos respirando en el reposo por la boca y otros por la nariz. Tras ello se observaron los resultados. Según el estudio:
«En los mamíferos, el ritmo respiratorio cíclico y los impulsos eléctricos del hipocampo, están implicados en el andamiaje y la transferencia de información entre las redes sensoriales y de memoria. Estas oscilaciones son arrastradas por la respiración nasal y conducidas por el bulbo olfativo. Luego viajan a la corteza piriforme, donde se propagan río abajo hacia el hipocampo y modulan procesos neurales críticos para la formación de la memoria. En los seres humanos, el desvío del flujo de aire nasal a través de la respiración bucal elimina estos ritmos e impacta la codificación y los procesos de reconocimiento, lo que reduce el rendimiento de la memoria.»
«La memoria de reconocimiento aumentó significativamente durante la respiración nasal en comparación con la respiración bucal durante la consolidación. Estos resultados proporcionan la primera evidencia de que la respiración tiene un impacto directo en la consolidación de eventos episódicos y brinda mayor apoyo a la idea de que las funciones cognitivas centrales están moduladas por el ciclo respiratorio.»
Según el yoga la respiración debería ser siempre por la nariz. Es una pregunta muy frecuente en las clases de yoga, donde los alumnos nuevos, sobretodo aquellos que vienen de un entorno más de gimnasio o deportivo preguntan ¿Debo respirar por la nariz? Sí, siempre. Siempre, siempre. Solo se usa alguna respiración por la boca por el efecto de soltar la voz y/o las tensiones en ciertos momentos o por el efecto refrescante de ciertas respiraciones bucales en verano. Sino, siempre, siempre por la nariz.
También es interesante ver la posición estratégica de la nariz en nuestro cuerpo, justo en la cara en relación directa con nuestro lóbulo frontal. Al respirar los estímulos sensoriales llegan directos a nuestro cerebro. Puede que os haya pasado que en invierno al respirar de golpe aire muy frío os ha dolido la cabeza. Todo está allí mismo.
¿Porqué respirar por la nariz?:
- Al respirar por la nariz el aire se calienta y humidifica, haciéndolo más viable para entrar en nuestros pulmones.
- La nariz posee filtros naturales (mucosas, pelos, cavidades, etc) que filtran y limpian el aire. Son un depurador natural, mientras que al respirar por la boca nos saltamos dicho filtro.
- La respiración nasal es más lenta, tranquila y observante. La respiración bucal es un sistema secundario que se activa naturalmente solo en casos de fuerte demanda de oxígeno.
- Al espirar por la nariz se activa el sistema de expulsión natural de la mucosa que se genera para ayudar a la expulsión de elementos externos, patógenos, contaminación, polen, etc. Si no respiramos por la nariz de forma habitual dicha mucosidad se estaca en los conductos nasales y los senos paranasales pudiendo dar problemas como la sinusitis, sordera, etc.
- A raíz del artículo: los circuitos sensoriales relacionados con la nariz y el olfato nos ayudarán a consolidad mejor la memoria de lo sucedido durante el día si respiramos por la nariz.
Durante la práctica de yoga nidra y otras técnicas de relajación se puede estimular la memoria con recuerdos olfativos. Esto se hace tanto con estímulos directos, hay profesores que pasan aromas entre los alumnos durante la relajación, como en mediante las visualizaciones de recuerdos que se han almacenado por el olfato. Algunas de dichas visualizaciones que a mi me gusta incorporar son:
«Olor a naranjas recién exprimidas, hierba cortada, olor de las primeras gotas de lluvia, el olor del mar, café por la mañana, pan recién horneado».
Nuestro cerebro relaciona ciertos recuerdos de forma muy potente con el olfato y muchas personas tienen mayor capacidad de visualización si se les estimula por el olor que por sonidos o colores. Por eso es interesante las técnicas de aromaterapia donde cada olor se relaciona tanto con un recuerdo como con un estado emocional concreto.
Pues nada yoguis, seguiremos atentos a los avances de dichos estudios sobre la respiración y la memoria. De mientras buena práctica y a respirar y oler más!