La voz

Muchas personas se sorprenden del tono de mi voz durante las clases de yoga. Tanto el tono que uso durante la clase, como el tono durante la relajación final. Incluso gente que me conoce de otros ámbitos (antiguos compañeros de facultad, o de otros trabajos, familia, amigos del pueblo, etc.) me sueltan aquello de «no pareces tú!».

Para mí la voz, la tonalidad, profundidad y color es de suma importancia durante las clases. A través de la voz los profesores estamos transmitiendo tanto o más que lo que muestra nuestro cuerpo. Nos da presencia y conexión con los alumnos. Es la mejor carta de presentación. Así que durante mis clases saco la voz que a mí me gustaría sentir como alumna.

Con la profundidad necesaria para llegar a todos los rincones de la clase por más grande que sea el aula. Con la serenidad, firmeza y dulzura al mismo tiempo para que toda la sesión resulte agradable y relajante. Doy tanta importancia a la voz como la música que pongo para la relajación.

Os dejo un enlace de una relajación de unos 12 minutos que grabé el año pasado con otras prácticas para los alumnos del curso de yin yoga. Así me conocéis a través de mi voz y de paso podréis relajaros. Aunque no es lo mismo una voz mecanizada y grabada en casa como pude, os podéis hacer una buena idea de quién soy, aunque os recomiendo de oirme en directo. Los que ya me conocéis lo tienes fácil y el resto me podéis buscar para que os haga una clase en vivo y directo a ver que os parece.

La foto del soundcloud tiene unos cuantos años ya, igual sería el momento de actualizarse.

Ale yoguis, buena práctica y a relajarse!