Vive con plenitud. Caminando hacia la serenidad y la alegría interior.
Las dos primeras limpiezas que empecé a practicar cuando me iniciaba en el yoga, y que continúo usando a diario, fueron: Jalam Neti y Jihva Dhauti. Son dos técnicas sencillas, fáciles de practicar y con pocas contraindicaciones. En este caso se recomienda que ambas sean practicadas diariamente por las mañanas dentro de nuestros hábitos de higiene personal.
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Continúo con estos posts dedicados a la limpieza, purificación y vaciado. En este caso os explicaré varias de las técnicas de purificación del yoga que son adecuadas para este cambio de estación.
El Hatha Yoga tradicional incluye nos solo la práctica de posturas (ásanas) sino que estas están dentro de un sistema holístico que incluye: ásana, pranayama, shatkarmas, mudras y bandhas. Según el sabio Patañjali estaríamos hablando de tapas: quemar, vaciar.
El otoño o la primavera son buenas estaciones para realizar limpiezas, por mi experiencia prefiero realizar las más intensas en otoño. Además estas fechas las relaciono con el inicio de curso, nuevas etapas, nuevas ideas con lo que limpiar me ayuda a retomar fuerzas y avanzar. Esto es algo personal, seguramente haya quien prefiera hacerlo en primavera. Soy definitivamente una persona otoñal, será porque es la época en que nací.
Shatkarmas (ṣaṭkarmāni), son las limpiezas o purificaciones. La palabra sánscrita shatkarma viene de «shat» que significa 6 y «karma» en este caso referido a la acción purificadora. A veces a los shatkarmas se les llama también kriyas referente a la acción, ejecución. Así que tradicionalmente se habla de 6 acciones para la purificación y están explicadas en los textos del Hatha Yoga Pradipika y Gheranda Samhita entre otros.
Con estos seis puntos se pretende limpiar, purgar y purificar el cuerpo físico (annamaya kosha) para abrir y acceder al resto de cuerpos más sutiles (pranamaya kosha, manomaya kosha, etc.). Como os comento siempre, más vale empezar por lo básico, así que toca limpiar el cuerpo físico y de allí ya veremos.
Cada una de estas limpiezas consta de varias técnicas, momentos y frecuencia. Se debe tener en cuenta que por ejemplo las limpiezas de intestino no deben ser frecuentes, como mucho dos veces al año, ya que alteran la flora bacteriana que es la fuente de la salud de nuestro sistema inmunológico. Estos shatkarmas tienen riesgos claros sobre la salud, con lo que nunca deben ser practicados solos o con lo que hayamos leído por ahí, sino siguiendo los consejos de un maestro o profesor cualificado y conociendo nuestro estado de salud y tendencias. Por ejemplo no será lo mismo una limpieza de intestinos para alguien con estreñimiento crónico que para alguien con colon irritable. Sed conscientes de vuestro estado antes de poneros a practicar o probar algo nuevo. Los shatkarmas suelen ser técnicas avanzadas que no se explican a los alumnos hasta haber alcanzado cierto grado de implicación en su práctica, no porque nos volvamos mejores ejecutando posturas, sino porque la práctica holística de yoga nos lleva inevitablemente a un conocimiento y revisión personal (física, mental y emocionalmente) que se incrementa con el tiempo. Nos conocemos a través del yoga.
He elegido una técnica, la más cercana, de cada grupo de limpiezas y os la voy a presentar en los siguientes posts. Pese a ello os reitero que no todas las técnicas son aptas para todo el mundo. Os relataré solo aquellas que yo he practicado y de las cuales he obtenido algún beneficio. Podéis encontrar más literatura de las mismas en internet y/o los libros de grandes maestros como Iyengar, Satyananda, Swami Digambarananda Saraswati, etc. Además gracias a youtube encontraréis tutoriales paso a paso. Pero no os lancéis a ello si no estáis seguros.
En el siguiente post, veremos las dos limpiezas básicas diarias que uso: Jalam Neti y Jihva dhauti.
Si tenéis dudas al respeto podéis contactar conmigo y os contestaré encantada.